lunes, 18 de mayo de 2015

LUNAS NEGRAS por Dinorah Lugo

Siguiendo el camino marcado por la luz de la Luna esta semana voy hacer una introducción de las Lunas Negras.


   Voy a comenzar diciéndoles que los momentos oscuros de nuestra existencia son muchos y en muchos niveles. La Oscuridad no es otra cosa que falta de claridad o falta de Luz. ¿Sencillo verdad? No tanto, no tanto.

   Hoy voy a escribir un poquito sobre las Lunas negras, porque déjenme informarles que son varias las “conocidas” y estoy segura que muchas las que no conocemos. De Lilith, muchos de ustedes deben saber, incluso muchos deben estar informados de esa sombra que cada uno de nosotros posee y que si bien es cierto que la sombra vista desde el lado oscuro en cualquier terreno esta mal interpretada también es cierto que ese lado oscuro o esa sombra muchísimas veces en nuestra existencia nos permite sacar la fuerza y el poder que necesitamos para poner en equilibrio esa acertadísima palabra llamada dualidad.

   ¿Han oído por casualidad decir en algún sitio que hay dos maneras de aprender: desde el amor y el bienestar, o desde el desamor y las sombras?, pues les tengo noticias: el ser humano en su generalidad aprende a hostia limpia (un toque Dinorezco y terrenal). El sufrimiento, el abandono, la crisis, el conflicto. ¿Por qué? Porque es ahí donde nos templamos como el acero y salimos fortalecidos.
   
   Doy por hecho y así lo puedo sustentar a través de la propia vida y las consultas, que en ese momento de inframundo, allí, en ese instante, es cuando la Sombra se adueña de nosotros desafiándonos, retándonos y llevándonos a confrontar nuestra oscuridad, que puede manifestarse en miedos, vacíos, ausencia, tristeza o en una necesidad terrible de venganza que nos deje en la boca el dulce almíbar del triunfo.

   Por eso es importante tener una visión clara de nuestros momentos oscuros, para poder movernos en ellos con consciencia, conocimiento y esperanza.

   La activación de la energía de la Luna Oscura coincide con lo períodos de cambio y transición que experimentamos cuando hay alguna perdida personal y atravesamos un período de ruptura y de aflicción. Esto puede tener lugar cuando nos hallamos inmersos en la fase final de una relación, un trabajo, una creencia, una responsabilidad familiar, un ambiente y hasta de una adicción. 

   Normalmente, casi siempre que tenemos que enfrentarnos a la perdida de una forma establecida, tendemos a hundirnos en el caos. 

   La fase de la Luna oscura abarca un período de transición entre la destrucción de lo antiguo y la creación de lo nuevo.

   Todo aquello que no funciona en nuestras estructuras de vida será eliminado, los antiguos conceptos y las viejas formas que nos impiden evolucionar y ser creadores están destinados a su finiquito. 

   El dolor y la pena se manifestarán en este proceso de liberación y todo lo que no posee un sentido para nosotros será rechazado por un comportamiento natural de nuestro ser interno.

   Todos experimentamos las cualidades de la oscuridad de la Luna muchas veces y de formas distintas.

   Para conseguir la sabiduría y el poder de sanación que nos proporciona el período de la Luna negra, debemos revisar nuestras imágenes sobre la oscuridad, para eso un asesor astrológico es el indicado, pues puede orientar al individuo de manera responsable y asertiva sobre el punto que debe enfocarse para poder llegar a conocer su fase oscura como un proceso de sanación y de renovación y no como un lugar de miedo y terror.


    Seguiremos la próxima semana… 

DINORAH LUGO